Chasing Mai (Persiguiendo a Mai)

- Chicos, siguiendo con la historia de cómo conocí a vuestra madre, en la navidad del 2008 salimos los del equipo y yo para celebrar todos juntos los buenos resultados de la temporada y el advenimiento del niño Jesús. Ese día cenamos en el Lereo y después estuvimos en el Casablanca, una discoteca que ahora es "el kebap del amigo", celebrando el cumpleaños de Pablo “el del Burguer King”. Después de ingerir unos cuantos cubatas decidimos entrar a la discoteca "“Pata palo”", que ahora es un kebap (probablemente).

Allí tío Christian y tío Tony volvieron a jugar a “Conoces a Rafa…”. Dio la casualidad de que una de las chicas a las que incomodaron con ese viejo juego fue a Mai, una preciosa morena que no había visto en mi vida. Sin quererlo ella entró en el juego con la fortuna de que, al parecer, me conocía. Me llamó por mi nombre y no pude hacer más que asombrarme, claro que mi sorpresa fue mayúscula cuando me dijo que yo era “piscis” (recordar chicos la aversión que tiene papá por cumplir años y por la cara de la gente cuando echa cuentas al decirle el día en que ha nacido).

Dada mi naturaleza caballeresca le pregunté cómo se llamaba, de dónde venía ese “Mai” y a día de hoy no estoy seguro de lo que me dijo aquél día, pero creí escuchar un Maiter y chicos, hice el peor chiste de mi vida: ¿Maiter? ¿Cómo “Iron Maiter”? En serio, si os pasa algo parecido huid.

Una chica con la que iba se le acercó un momento y le susurró algo al oído, mi naturaleza periodística hizo que no pudiera resistirme a preguntarle qué le había dicho. Jamás pensé que me ocurriría, pero le estaba advirtiendo que yo estaba intentando ligar con ella. Miré a su amiga y no, no parecía su madre, pero fui sincero con Mai y le dije que no estaba ligando con ella, que sólo estaba pasando un rato agradable y que no le mentía, porque si le mintiera pondría una estúpida sonrisa, escenifiqué esa sonrisa y ella rió conmigo y me creyó.

Hablamos al menos una hora mientras tío Christian y yo intentábamos dilucidar cuanto de guapa era, porque papá no estaba en condiciones de puntuar a nadie. Pero resulto ser una chica encantadora a la que hacía gracia y con la que pasé una velada inolvidable. Casualmente, nos volvimos a ver la semana siguiente y aproveché para hacerme esta foto con ella.


- Eh, espera un momento. ¿No ibas a contar cómo conociste a mamá?

- A su debido tiempo, todas las partes son importantes. Más tarde me enteré de que mamá y yo habíamos coincidido aquella noche en el “Pata palo”, pero esa, es otra historia.
Posted on 1:56 by Rafa Banana and filed under | 0 Comments »

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