Fumar (NO) es un placer

Al ser tan ignorante tengo demasiadas dudas existenciales (puede que acabe de empezar con una contradicción), una de ellas es si los fumadores se huelen bien.

No voy a mentir, es un miércoles, vengo de un bar de copas en el que he estado una hora y media aproximadamente y huelo como si me hubiera pasado todo el día en uno de esos bares donde los viejetes juegan al dominó entre cigarrillo y cigarrillo (y algún que otro orujo). Como la mayor parte de los fumadores de este país son mujeres (dato que me acabo de inventar así, by the way) imagino que este olor a cenicero por lo menos os pondrá.

Me imagino a una de vosotras, con vuestras ansias de fumaros el cigarrito del café vespertino y yo pasando por vuestro lado con esa fragancia impregnada en mi musculado cuerpo… creo que a más de una se le han deslizado los panties.

Es curioso como algo tan innecesario como el tabaco se haya amoldado a la gente de manera que sea algo necesario: “si no fumo me pongo de los nervios”. Claro, es lo que te diría un heroinómano (Batman, Spiderman, etc.).

Como soy un cabronías no voy a tardar en ponerme así. Y es que me parece muy estúpido estar “enganchado” a algo que no te aporta nada, salvo satisfacer la necesidad que te provoca el mismo producto. Es como si a alguien le diera por cortarse dedos y no pudiera parar: “es que si no me corto un dedo después de echar un polvo no soy yo”.

Parece una gilipollez, pero es mejor que te de por cortarte dedos que fumar. Al menos sólo te jodes a ti mismo y, como mucho, sólo darás un poco “porculo” cuando grites (y si lo haces fuera de la hora de la siesta ni eso).

PS: Buff, me noto espeso. ¿Soy yo o llevo mucho tiempo sin escribir?
Posted on 17:13 by Rafa Banana and filed under | 0 Comments »

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