Teo va en Láser


Todo el mundo tiene pasiones. Algunas son efímeras y otras duran lo que duran.
Supongo que todos tenemos una lista de cosas que queremos hacer, cosas que queremos probar y cosas a las que nos gustaría dedicar nuestra vida si no tuviéramos que hacer nada más.

Quizá estas últimas sean las más personales, las que cada uno guarda con recelo por si algún día le toca la lotería y necesita saber qué hacer con todo ese tiempo libre que la gente normal dedica a trabajar. Cosas como escribir algún libro, comprar un equipo de fútbol y jugar en él o adquirir una isla tropical desierta e invitar a los amiguetes a que disfruten del grifo de cerveza a pie de playa.

A mí me tocó la suerte de realizar ayer una de esas cosas que siempre he querido hacer, llevar un barco de vela. Alguien me dijo no hace mucho que todo sucede por una razón y muy poca gente entenderá a qué viene esto ahora. Pero el caso es que gracias a Ascen y Marina ayer tuve la oportunidad de navegar sobre un Láser, una pequeña embarcación de vela.

La experiencia, a pesar de caer reitaradamente al agua (un 1 de febrero) y de sufrir los golpes en mi cabeza de la botavara, mereció totalmente la pena, a pesar de creer que iba a morir de hipotermia. Fueron, quizá, apenas diez minutos en el que me manejé yo solo sobre el Láser. Después ellas me ayudaron a manejarme un poco mejor y me convertí en un experto en dar la vuelta al barco (por los dos lados). Tras algo más de una hora y muerto de frío sentí que no quería caer ni una sola vez más al agua y que era momento de volver.

Después de calentarme en una larga ducha pensé que había sido una idea horrible, que a quién se le ocurre meterse en invierno a una primera clase de vela sabiendo que va a acabar en el agua. Pensé que repetiría, pero desde luego no sería hasta mayo por lo menos.

Pero lo cierto es que anoche me costó dormirme pensando en cuando tendría la oportunidad de volver a montar en Láser y comprobar lo que había aprendido. Esta vez, dominarla yo a ella. Aunque aún no haya llegado marzo.

PS: Y aunque siempre cueste decirlo o percibirlo. Gracias. Muchísimas gracias.
Posted on 11:20 by Rafa Banana and filed under | 0 Comments »

0 comentarios:

Publicar un comentario