Dos revolucionarios
Justo antes de empezar el curso, cuando apenas estaba escudriñando lo que sería mi matrícula, pregunté a Ángel sobre algunas asignaturas de cuarto que no había cursado. Cuando la conversación nos llevó a “Teoría e historia del periodismo” él me comentó que le gustaba como daba clase Miguel Ors, que el único pero sería la cantidad de trabajo. Aún así, me atreví con ella.
Me salté un par de clases antes de atreverme a entrar a la primera de ellas (a la que entré tarde). Encontré a un señor explicando brevemente la segunda guerra mundial y qué pasaba con España en ese momento mientras entrelazaba el magisterio con una participación de la clase sobre grandes “tontos” de la patria.
Los miércoles, durante la primera hora de su clase invita a los alumnos a comentar algún artículo en el periódico que le haya podido llamar la atención, algún libro, alguna película… Un compañero estaba leyendo un libro sobre el PSOE en la guerra civil, que llevó al profesor a citar a alguien a quien no nombró. La cita en cuestión era: “En España, la revolución es el respeto”.
Eso me hizo pensar en nuestra idiosincrasia. En que atacamos a cualquiera que no piensa lo mismo que nosotros o despreciamos su opinión, lo insultamos, lo despreciamos o lo tratamos como a un loco. La gente eleva la voz cuando discute sobre “Gran hermano” y hay algunos que hasta se apuñalan según sea su equipo de fútbol.
Vi un poco de luz en nuestra pequeña “revolución” si conseguíamos, al menos, concienciar a la gente de que lo normal es disentir, que es una locura discutir sobre la excelencia de la anchoa, que había esperanza para dos revolucionarios.
Posted on 10:45 by Rafa Banana and filed under | 1 Comments »
Me salté un par de clases antes de atreverme a entrar a la primera de ellas (a la que entré tarde). Encontré a un señor explicando brevemente la segunda guerra mundial y qué pasaba con España en ese momento mientras entrelazaba el magisterio con una participación de la clase sobre grandes “tontos” de la patria.
Los miércoles, durante la primera hora de su clase invita a los alumnos a comentar algún artículo en el periódico que le haya podido llamar la atención, algún libro, alguna película… Un compañero estaba leyendo un libro sobre el PSOE en la guerra civil, que llevó al profesor a citar a alguien a quien no nombró. La cita en cuestión era: “En España, la revolución es el respeto”.
Eso me hizo pensar en nuestra idiosincrasia. En que atacamos a cualquiera que no piensa lo mismo que nosotros o despreciamos su opinión, lo insultamos, lo despreciamos o lo tratamos como a un loco. La gente eleva la voz cuando discute sobre “Gran hermano” y hay algunos que hasta se apuñalan según sea su equipo de fútbol.
Vi un poco de luz en nuestra pequeña “revolución” si conseguíamos, al menos, concienciar a la gente de que lo normal es disentir, que es una locura discutir sobre la excelencia de la anchoa, que había esperanza para dos revolucionarios.